MÁS ALLÁ DE LOS BEATTS – ARTE DE LA ESCUCHA EN LOS DJS

Los Dj atrapan la música, condensan el trabajo de músicos y la concentran, la comprimen en una actuación o set. Definiciones hay muchas y la historia es relativamente larga, su origen y ramificaciones también es amplio. Desde oficio a profesión podemos distinguir varios matices de aprendizaje y técnicas.

 Luego de llevar más de 10 años en esto y haber pasado por varias etapas, desde el aprendizaje de la música de manera más convencional tocando instrumentos y leyendo partituras, a las mezclas como Dj, a verlo como un arte, adentrarme en los conceptos de arte sonoro y las terapias a través de la música, los sonidos y el silencio. Finalmente, he comprendido la importancia no solo de cómo hacer música, cómo exponer habilidades y técnicas, sino verlo de manera holística y darle significación a la Escucha.

El arte de escuchar, la música despierta pasiones, pensamientos, sensaciones, preguntas e impresiones a los oídos. ¿Cómo un Dj puede entregar una actuación adecuada, cómo pueden a conciencia realizar elecciones perfectas para su público?, se debe conocer la música, encontrarla, comprenderla, no sólo conocer tus propios gustos, sino los de la gente, así vamos aprendiendo a registrar en nuestra memoria las diferentes emociones que puede provocar la música. Me detengo entonces en el que no basta con conocer nuestros gustos musicales, quiero ir más allá, y cuestionarme sobre cómo voy a entregar algo más sustancial que un dj set de muchas horas, si no he despertado mi sentido de la audición, si no me detengo en la importancia del paisaje sonoro que nos rodea, abrirnos a los sonidos en un enfoque de “musiecología” trayendo los sonidos de espacios silvestres a nuestros entornos, incorporar el silencio. Volvernos más perceptivos de lo que sucede a nuestro alrededor, abriendo nuestros oídos a todos los sonidos existentes que nos rodean puedo estar más preparado, más consciente, estar menos alienados y ya no ser solo personas que gustan de la música y la mezclan, sino convertirlo en un medio o herramienta para como jóvenes contribuir desde la pasión por la música, en un despertar de lo que nos rodea, ser parte y no solo observadores, a través de un arte que nos sirve para el crecimiento personal, como también nos ofrece la posibilidad de fortalecer la atención, activar nuestro cerebro de una manera más simétrica, fortalecernos culturalmente, satisfacer nuestras necesidades volutivas e intelectuales, perfeccionar los elementos que contribuyen a la formación de la identidad de los jóvenes, especialmente en lo relativo a la apreciación estética y al desarrollo del espíritu crítico.

Estudios revelan que nuestras carencia de humor, de lo emocional y en lo psíquico es porque no tenemos activo en nuestro diario vivir las frecuencias sonoras que emite la naturaleza. Además, nadie puede negar que el sonido es un fenómeno que interactúa con nuestro sistema biológico y una sesión musical, una canción o un sonido nos remite a recuerdos, afectos, sensaciones.

Gran importancia de todo esto radica entre tantas cosas, en que actualmente nos encontramos en situaciones cotidianas con un estrés excesivo, las emociones se desbocan y la conducta se mecaniza.

Estamos la mayor parte del día en un constante monólogo interior “ruido interno”, resultado de los estímulos y vivencias diarias de los recuerdos del pasado y el incierto futuro. Aquí es donde recuerdo a John Cage en su planteamiento de que el mundo y la realidad no son un objeto sino un proceso. Idea articulada a partir del pensamiento del Budismo Zen, en el que sólo el presente es importante (en esta filosofía oriental, pasado, presente y futuro existen en un mismo tiempo ya que la vida se encuentra en un constante devenir). Nos sumergimos en ese “ruido interno” produciéndonos estrés, bajo nivel de concentración, ineficacia en nuestras labores, inseguridad en público.

El despertar de la audición, fortalece el músculo de la atención y aprendes a estar consciente de tus pensamientos y de las emociones que surgen. Nos podemos sumergir conscientemente en la música o los sonidos para conseguir máxima concentración o un estado de armonía neuronal.

Oír es distinto de escuchar. El oído nunca se cierra, permanece despierto incluso mientras dormimos, pero escuchar requiere de voluntad y de toda nuestra atención. La escucha en sí, de acuerdo a Pierre Schaeffer, es la acción de comprender, de descifrar lo que ya hemos oído. La escucha como forma de arte viene desde muchos años atrás, podríamos de hecho extendernos demasiado relatando sus formas de manera cronológica, y si volvemos al hoy, con la aparición de las grabadoras digitales portátiles, el uso de computadores y programas libres para editar y mezclar audio, la fonografía es un aliado para los Djs, cargar consigo una grabadora seria como una cámara para un fotógrafo, tenerlas mientras caminamos por la calle o viajamos, nos alienta a estar atentos a la escucha. Nos convertimos en cazadores al igual que los fotógrafos. Pero tampoco debemos abusar del acceso a la tecnología ya que para escuchar necesitamos solo de nuestros oídos.

Tal cual lo puede hacer un artista sonoro, por qué no también los Djs convertirnos en un creador sónico, capaz de proponer nuevos paradigmas de escucha. Todos somos artistas en potencia, y lo único que necesitamos para aceptar esta condición es concientizarlo y desarrollarlo.

“La mejor manera de comprender lo que quiero decir por diseño acusótico es contemplar el paisaje sonoro del mundo como una gran composición musical, desdoblándose alrededor de nosotros incesantemente. Somos simultáneamente su audiencia, sus ejecutantes y sus compositores” Murray Schafer.

“Abrir los oídos” ha sido un tema recurrente y necesario originariamente en la música desde los inicios del siglo XX, cuya influencia en el arte sonoro fue sustancial. Cambiar la concepción del medio fue interés recurrente en la música, ya sea porque parecía necesario promulgar conciencia, porque sería necesario para apreciar las obras u otras razones.

Por qué no, entonces? desde la “comunidad” de los Djs y/o productores, verlo como un compromiso con la percepción y el desarrollo de la escucha en el público.

Por qué no, entonces mostrar una conexión más afectiva, práctica e intrínseca del arte de las mezclas y el sonido con la sensibilización auditiva de sus espectadores, el cual pudiera manifestarse de manera óptima en espacios públicos.

No obstante, suena ilusorio pero interesante el que el arte sonoro sea una ayuda para la sensibilización auditiva considerando tantas disciplinas masivas que tenemos hoy en día, como el net.art o la música electrónica, que atraen a un público extenso y heterogéneo, quizás no acostumbrados a “escuchar”. Además, el acceso tecnológico ha cambiado drásticamente la manera en que la gente se relaciona con el sonido. Las habilidades de reproducir, registrar, manipular y crear sonidos están en manos de todos a través de los computadores.

¿Será entonces necesario estar más consciente del sonido, considerando la cantidad de estímulos y ruido interno como externo de la vida moderna?

Quizás debamos reflexionar sobre la posibilidad de generar conciencia sobre el medio a un nivel popular.

“Cuando te haces consciente de qué es lo que “están haciendo contigo” estás en condiciones de reflexionar y formular tu propio interés. Así te haces consciente de dónde estás y puedes manejar determinantemente tu entorno, lo cual es fundamental para determinar la propia vida.
En forma práctica, es estar consciente de cómo funcionan los mecanismos de percepción que te dan la posibilidad de decidir qué aceptar y qué no” Krause.R

Cada quién decide qué camino seguir, de acuerdo a sus propios intereses. Mas, si el decidir el camino de ser Dj y sumergirnos en el arte de las mezclas ya es mundo de aprendizaje sin fin, el empaparse de otras áreas como el arte sonoro y la escucha es un mundo de satisfacciones posibles que no deberíamos negarnos.

Una vez que empiezas como Dj, el verdadero trabajo está tras el escenario, devorando interminables listas de misiva, el acopio de los conocimientos necesarios suponen un trabajo de jornada completa. El Dj controla la energía de la gente, es el foco emisor de la música, toda la fuerza emocional, el impacto lírico y espiritual de las canciones viene reflejado de vuelta, empero nuestro estado de ánimo.

El Dj ha sido el principal difusor de la música en los últimos cincuenta años, el estatus de marca se sumó rápidamente al poder emocional que el Dj siempre ha tenido sobre los que bailan su música. Y si quieres ser bueno, hay que hacerlo porque amas la música y quieres compartirla, sino simplemente serás una máquina de reproducción de discos.

Muchos jóvenes piensan que sólo es cuestión de habilidades técnicas y de tener acceso los temas de moda, las motivaciones genuinas se olvidan muy frecuentemente. Otra obsesión mal entendida es creer que solo se trata de las mezclas, no basta con poseer habilidades técnicas impresionantes si se transformará en algo mecánico. Y siguiendo con las metáforas de fotografía, es como si un fotógrafo dedicara tanto tiempo a determinar la apertura y los tiempos de exposición que luego olvidara mirar a través del lente.

No sabemos exactamente qué se necesita para ser un gran Dj, probablemente los buenos poseen un sentido estético muy desarrollado, gran sentido del ritmo, capacidad para identificar tonos, memoria musical y por supuesto un gran amor por la música.

Veamos cómo hoy en día la música electrónica y el arte sonoro se abren camino , l@s Djs pueden ser un agente creador en un proceso creativo de re-ensamblaje sonoro.

 Claudia Britania 

 Pyramid – Cole´s Memories (Final Movie Film We Are Your   Friends).

https://www.youtube.com/watch?v=BZ2obKR8yOo